Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Proverbios 22:6
¡Hola! Que bendición que estés leyendo este artículo,
porque así mismo serás de bendición para los niños a los que les prepararás tus
clases. Ser maestros es una experiencia maravillosa y gratificante a nivel
personal, pero requiere responsabilidad y preparación; no puedes simplemente
pararte frente a ellos esperando darles algo, si no lo has preparado con
antelación. Pareciera sencillo, ponerte frente a ellos y hablarle de las
historias que tú conoces, pero es algo un poco más complejo, ya que eso que tú
les vas a compartir va a quedar guardado en su corazones y lo van o no a poner en práctica en su vida cotidiana, y
es por eso que debes planificar qué es lo que les vas a enseñar y que logre
atraparlos para así enseñarles principios y temas que recordaran el resto de
sus vidas. Por eso hoy te compartimos estos consejos para que prepares tus
clases y ser un buen maestro de Escuela Dominical.
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TEN UNA BUENA RELACION CON DIOS
El maestro que decide responder a su llamado debe partir de
una relación personal y genuina con el Señor. Prepárate espiritualmente, ora y
pide la dirección del Señor para que te guie en lo que vas a enseñar y que
tenga un impacto profundo en sus pequeñas vidas. Aprender los principios que
enseña la Biblia es algo que dura toda
la vida, constantemente estamos aprendiendo algo nuevo de ella, y al ser maestros
estas sentando las bases que le darán a cada niño mejor entendimiento
espiritual cuando se trata de mantener amistades, y a la hora de relacionarse con
sus papitos o sus amigos.
HAGAMOS UN PLAN
Debes hacer un plan, como cuando vas a salir de viaje,
creas una ruta, por donde vas a pasar, que harás y hasta dónde vas a llegar;
algo así harás al planificar tu clase. Con esto claro empecemos:
Alista tu Biblia
Siempre
basa tu enseñanza en la Palabra de Dios, puede que tengas algún libro sobre
planificación que te brinden en tu iglesia y será de gran ayuda para
manualidades y actividades adicionales, pero es importante que estés segura que
cada principio que enseñes a tus niños esté basado en la Biblia.
Elije un tema
O sigue el
que viene en tu libro de planificación, normalmente el tema es definido por una
palabra de aspecto general que fija el panorama de la enseñanza. Ejemplo: Perdón,
Salvación, santidad, amor, oración, enfermedad, sufrimiento, pobreza, los
valores, los dones, los frutos etc.
Crea un objetivo
Pregúntate: ¿Qué es lo que quieres lograr con esta enseñanza?, y empezarás a desarrollar tu plan. Aquí es necesario enfocar la atención en los niños. Se debe visualizar la afectación que va producirse en él después de la enseñanza. Un objetivo se refiere a una oración que contiene los siguientes elementos:
- Especificación del grupo meta (designación del
grupo de niños o el grupo al que le estés dictando clase).
- Verbo (acción a realizar por el niño).
- Resultados esperados (conducta resultante de la aplicación del contenido de la lección).
(Ejemplo: Lograr
que los niños de Principiantes perdonen cuando les han hecho algo malo, así
como Jesús nos enseñó a perdonar.)
Escoge la base Bíblica
Puede
ser un pasaje, un texto, un libro especifico de la Biblia, un personaje o
varios textos que apoyen la idea central de tu tema. Y escoge también el
Versículo a memorizar. Investiga todo lo que puedas sobre ello, quien escribió
el pasaje, quien era el personaje, su vida, todo lo que sea referente al tema, ideas
principales, y las posibles aplicaciones a la vida de los niños. Empápate de la
palabra de Dios, ella es la que producirá los resultados por acción del
Espíritu Santo en los niños de tu clase.
Organiza el contenido de la lección
Fija los puntos principales de la enseñanza, usa un
lenguaje apropiado para la edad del grupo que estés manejando, utiliza palabras
fáciles de comprender. Lo que digas debe ser claro, breve y conciso.
Escoge la metodología
Dependiendo del grupo que tengas deberás organizarlo; no es lo mismo darle la clase a niños de 2 a 4 años, que a pre juveniles.
Escoge cómo lo harás, utiliza algunas técnicas como: conferencia, dialogo, dinámica de grupo, juegos de rol o utiliza recursos como: una presentación, marionetas, canciones, una obra de teatro, sombras chinas, manualidades, imágenes; y recuerda que puedes utilizar el pizarrón, afiches, mapas, proyectores, televisor y video, maquetas, u otros materiales varios de uso común: Lápices, papeles, borradores, gomas, cintas, hilos, temperas, etc. También materiales Ocasionales: Cualquier material u objeto que represente algo de la vida cotidiana de los niños y que usándolo didácticamente contribuya a la reflexión: Juguetes, llaves, sillas, agendas, Biblia, escoba, en fin, ¡Puedes usar tu imaginación y creatividad!
Haz una reflexión final
Siempre
al terminar tu clase has un resumen de la clase, permite que los niños
compartan con el grupo lo que aprendieron y entre todos realicen un resumen de
la clase y finaliza con una oración; recuerda orar por cada uno de tus niños, y
por sus familiares, como maestros no conocemos la situación de cada familia,
pero Dios sí, así que siempre ora por todos ellos.
“Los libros pueden darte grandes ideas sobre los temas para las clases, pero un tema bien organizado te ayudará a enseñar el mensaje correcto a tus alumnos.”
Asegúrate que lo que vas a enseñarles vaya más allá del salón.
Si tus clases de escuela dominical son interesantes y creativas, tus niños,
seguramente, le contarán a sus amigos, hermanos y papitos sobre lo que han
aprendido. Lograr que compartan estos importantes principios espirituales con
la mayor cantidad de gente posible debe ser tu objetivo final.