"Amaré, oh
Jehová, la habitación de tu casa, y el lugar de la morada de tu gloria." -
Salmo 26:8
La casa de Dios es
un lugar especial donde nos reunimos para adorarle y buscar Su presencia. El
salmista expresa su amor por la casa de Dios, reconociendo que es el lugar
donde la gloria de Dios habita. Nuestra actitud hacia la casa de Dios revela
nuestro corazón y nuestra pasión por la adoración. Es un recordatorio de la
importancia de valorar y honrar el lugar donde nos congregamos como comunidad
de creyentes. Amar la casa de Dios implica más que asistir físicamente; implica
tener un corazón reverente, un espíritu de adoración y un deseo de buscar a
Dios en cada encuentro. Que nuestro amor por la casa de Dios sea evidente en
nuestra dedicación, participación y compromiso de edificar Su reino en este
lugar.
🙏 Oración:
Padre celestial, te
agradezco por el privilegio de poder reunirme en Tu casa y experimentar Tu
presencia. Ayúdame a amar sinceramente la casa de Dios, a valorarla como un
lugar sagrado de adoración y comunión. Permíteme tener un corazón reverente y
dispuesto para servir y edificar a otros en esta comunidad de fe. Que mi amor
por la casa de Dios sea un testimonio vivo de mi amor y devoción hacia Ti. En
el nombre de Jesús, Amén.
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