"También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes" - Lucas 15:11-12.
La parábola del hijo pródigo nos enseña acerca del amor incondicional y la misericordia de Dios. A veces, como el hijo menor, podemos alejarnos de Dios y tomar decisiones equivocadas. Sin embargo, incluso en nuestros momentos más oscuros y lejanos, Dios sigue esperándonos con los brazos abiertos. Él nos ofrece perdón y restauración cuando nos arrepentimos sinceramente y volvemos a Él. A través de esta parábola, somos recordados del amor inquebrantable del Padre celestial y su deseo de recibirnos de vuelta en su familia.
🙏 Oración:
Padre amoroso, reconozco que he tomado decisiones equivocadas y me he alejado de ti. Me arrepiento sinceramente de mis acciones y te pido perdón. Gracias por tu amor incondicional que siempre está dispuesto a recibirme de vuelta. Ayúdame a vivir conforme a tu voluntad y a experimentar la plenitud de tu amor y gracia en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.
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