Francia se
encuentra sumida en el caos y el horror mientras las protestas y los disturbios
continúan desatándose en todo el país. En la quinta noche consecutiva de
violencia, más de 719 personas han sido detenidas, según ha informado el
ministro del Interior, Gérald Darmanin. Los incidentes surgieron tras la
trágica muerte de un adolescente de 17 años, Nahel M., a manos de la Policía el
pasado martes en Nanterre. Desde entonces, la tensión ha aumentado en las calles,
y los Campos Elíseos, en la capital francesa, se han convertido en el epicentro
de los enfrentamientos.
Según el Confidencial, En París, 196
personas han sido arrestadas, mientras que en Marsella se han contabilizado al
menos 56 detenciones y en Lyon 21. La violencia ha llevado a las autoridades a
cerrar los Campos Elíseos para evitar altercados mayores. La situación ha
dejado un saldo de 45 policías y gendarmes heridos desde la medianoche del
sábado al domingo, lo que demuestra la peligrosidad de los enfrentamientos.
Crisis, Fuego y Caos
Sin embargo, la
noche ha dejado hechos violentos aún más preocupantes. El domicilio del alcalde
de L'Hay-les-Roses, Vincent Jeanbrun, fue atacado con un vehículo en llamas, lo
que las autoridades investigan como un intento de asesinato. Mientras el
alcalde se encontraba en el Ayuntamiento gestionando la crisis, su mujer y sus
dos hijos pequeños estaban en la vivienda. Cuando intentaron escapar por la
puerta trasera, fueron alcanzados por fuegos artificiales. Afortunadamente, la
mujer sufrió heridas leves y fue hospitalizada. Vincent Jeanbrun ha expresado
su indignación ante el acto de violencia, calificándolo como un "intento
de asesinato de una cobardía indecible". A pesar de todo, su determinación
de servir a la República sigue intacta y más fuerte que nunca.
La noticia del ataque ha conmovido a numerosas personalidades políticas, quienes han enviado mensajes de apoyo al alcalde Jeanbrun, entre ellos el ministro de Economía, Bruno Le Maire.
En Marsella, la
situación tampoco ha sido menos tensa. La Prefectura ha informado de que tres
personas fueron detenidas mientras robaban en un estanco, y se han formado
grupos alrededor de centros comerciales como Grand Littoral, Bonneveine y Le
Merlan. Sin embargo, las autoridades destacan que "la situación está bajo control"
y los grupos potencialmente violentos han sido dispersados sistemáticamente por
la policía y los gendarmes.
En París, al menos 37 personas han sido detenidas cerca
de los Campos Elíseos por portar armas.
La Jefatura de
Policía ha reportado que se instalaron 375 puntos de control, donde se
encontraron objetos como una honda con rodamientos, un puño americano y
cócteles molotov. Además, en Niza también se han registrado altercados y se han
efectuado 20 detenciones. El alcalde de la ciudad, Christian Estrosi, ha
anunciado en Twitter que la policía ha arrestado a una banda de jóvenes que
saqueó una tienda en el centro de la ciudad, y ha dejado claro que los padres
de estos jóvenes deberán responsabilizarse de los daños y robos.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha declarado que se mantendrá una movilización de 45.000 policías y gendarmes para contener los disturbios. Además, se ha anunciado el despliegue del GIGN en Marsella, que contará con dos vehículos blindados de la Gendarmería. Darmanin ha confirmado el envío de cinco unidades de fuerzas móviles a Marsella con el objetivo de restaurar por completo el orden público.
En medio de la violencia y el caos
La abuela del
adolescente fallecido en Francia, Nahel M., ha hecho un llamado a la calma y ha
instado a detener los disturbios. En una conversación con la cadena BFMTV,
'Nadia', como se identifica, ha pedido que se detenga la destrucción de
escuelas y autobuses, señalando que son las madres quienes los necesitan. Ha
acusado a algunos manifestantes de utilizar la muerte de su nieto como excusa
para causar daño al país. La abuela se siente cansada por la situación, pero
reconoce que su hija, la madre de Nahel, está sufriendo aún más, ya que ha
perdido toda alegría de vivir.
La situación en
Francia continúa siendo preocupante, y las autoridades trabajan arduamente para
restaurar la paz y la seguridad en las calles. La esperanza reside en que la
calma prevalezca y que se encuentren soluciones pacíficas a los problemas que
aquejan a la sociedad francesa.
¡Oremos por Francia!