"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo." (Apocalipsis 3:20 RVR60).
En medio de nuestras ocupaciones y
preocupaciones, Jesús pacientemente espera a la puerta de nuestro corazón. Él
nos invita a escuchar Su voz y a abrirle, para disfrutar de una relación
cercana con Él. En los momentos de soledad o incertidumbre, recordemos que
Jesús siempre está presente, esperando ser recibido.
🙏 Oración:
Querido Jesús, gracias por tu amoroso
llamado. Abro la puerta de mi corazón para que entres y compartas tu mesa
conmigo. Ayúdame a sintonizar con tu voz y a cultivar una relación íntima
contigo. Que tu presencia llene mi vida de paz y esperanza. En tu nombre, amén.
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