En el vigésimo día
de este desafío, reflexionemos sobre la importancia de la humildad en la
oración. La historia de Daniel nos enseña a reconocer nuestra dependencia de
Dios y a acercarnos a él con humildad y reverencia. La humildad en la oración
nos permite abrir nuestros corazones ante Dios y experimentar su exaltación en
nuestra vida.
La humildad nos
recuerda que no somos autosuficientes, sino que dependemos completamente de la
gracia y la dirección de Dios. Al acercarnos a él con humildad, reconocemos
nuestra necesidad de su sabiduría y guía en cada paso que damos. Además, la
reverencia en la oración nos ayuda a reconocer la grandeza de Dios y a
rendirnos ante su soberanía.
"Humillaos delante
del Señor, y él os exaltará - Santiago 4:10 nos
llama a humillarnos delante del Señor, prometiendo que él nos exaltará. Este
versículo es un recordatorio poderoso de que la humildad en la oración no pasa
desapercibida ante Dios. Cuando nos humillamos ante él, él nos levanta y nos
concede su favor.
🙏 Entonces, con fe y humildad oremos:
Padre celestial, en
este vigésimo día de mi desafío de oración, me presento delante de ti con un
corazón humilde y reverente. Reconozco que dependo de tu gracia y dirección en
cada área de mi vida. Me someto a tu soberanía y te pido que me guíes con tu
sabiduría.
Señor, ayúdame a
dejar a un lado cualquier orgullo o autosuficiencia. Permíteme acercarme a ti
con humildad, sabiendo que tú eres el único digno de exaltación. Limpia mi
corazón de cualquier actitud arrogante y lléname con tu Espíritu de humildad y
reverencia.
Gracias, Señor, por
tu promesa de exaltarnos cuando nos humillamos ante ti. Confío en que tus
caminos son mejores que los míos y que tu exaltación en mi vida trae gloria a
tu nombre. Que mi vida sea un testimonio de humildad y reverencia hacia ti.
En este momento, me
someto a tu voluntad y me acerco a ti con humildad y reverencia. Que cada
palabra que pronuncie y cada pensamiento que tenga sean agradables ante ti. En
el nombre de Jesús, amén.
A medida que
practiques la humildad y la reverencia en la oración, recuerda que Dios exalta
a los humildes de corazón. Mantén tu corazón abierto a su dirección y sigue
avanzando en tu desafío de oración, experimentando su guía y favor en tu vida.
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