"Porque este mi hijo muerto era, y ha
revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse." Lucas
15:24
La parábola del hijo pródigo nos recuerda que,
sin importar cuán lejos nos hayamos alejado de Dios, su amor siempre nos espera
con los brazos abiertos. A veces, en nuestro camino, podemos extraviarnos y
perder el rumbo, pero Dios está dispuesto a recibirnos de nuevo con alegría
cuando regresamos a él. Este pasaje nos enseña que no importa cuántos errores
hayamos cometido, siempre podemos encontrar perdón y restauración en el amor
incondicional de nuestro Padre celestial.
Oración:
Padre amoroso, reconozco que a veces me alejo
de ti y cometo errores. Gracias por recordarme que tu amor y gracia son más
grandes que cualquier error que pueda cometer. Ayúdame a regresar a ti siempre
que me aleje y a encontrar tu perdón y amor restaurador. Que nunca olvide que
soy amado y valorado en tus ojos. En el nombre de Jesús, amén.
📌 Más devocionales:
- 'Enfrentando las Dificultades con Paciencia y Esperanza en Dios'
- 'En Vigilancia Constante, Estar Listos para Recibir a Jesús en Cualquier Momento'
- ‘Descubriendo la Dirección Divina en Tiempos de Incertidumbre’