Desesperación y caos en Valparaíso y Viña del Mar mientras el fuego devora hogares y el presidente declara estado de excepción
En una fatídica noche marcada por llamas
y desesperación, al menos 46 personas han perdido la vida en los devastadores
incendios forestales que azotaron simultáneamente Viña del Mar y la región de
Valparaíso en Chile. El presidente Gabriel Boric, visiblemente consternado,
confirmó la cifra y advirtió que "serán más" las víctimas a medida
que se evalúa la magnitud de la tragedia.
La noche del viernes se convirtió en una
pesadilla para los residentes de Viña del Mar y Valparaíso, cuando múltiples
incendios forestales se desataron de manera simultánea, cobrando al menos 46
vidas, según la confirmación del presidente chileno, Gabriel Boric.
Inicialmente, la ministra del Interior, Carolina Tohá, había reportado 19
fallecidos, pero Boric actualizó la cifra y expresó su temor de que el número
de víctimas aumente en las próximas horas.
Boric, tras sobrevolar las zonas
afectadas en helicóptero, ofreció un sombrío informe sobre la magnitud de la
tragedia. "Tengo la confirmación de que, hasta el momento, se registran 40
personas fallecidas durante los incendios y 6 adicionales en recintos
hospitalarios producto de las quemaduras", declaró el presidente en una
cadena nacional. Agregó que, dadas las condiciones de la tragedia, es probable
que el número de víctimas aumente en las próximas horas.
En un esfuerzo por contener la
emergencia, el gobierno de Chile decretó estado de excepción por catástrofe y
estableció un toque de queda en Valparaíso y Viña del Mar. La medida busca
facilitar la movilización de recursos y equipos de emergencia, así como
garantizar la seguridad durante las evacuaciones en medio del caos generado por
los incendios.
Carolina Tohá, ministra del Interior,
detalló que hacia la mañana del sábado, los muertos eran todos del mismo
sector, Villa Independencia, en el sector Achupallas, y se estaba avanzando en
la identificación de las víctimas. Mientras tanto, los incendios, aún
incontrolados, han destruido más de mil viviendas en distintas localidades de
la región.
En un gesto de solidaridad, el
presidente Boric instó a la población a seguir las recomendaciones de las
autoridades y las alertas de evacuación emitidas a través del Sistema de Alerta
de Emergencias (SAE). "No lo duden. El fuego avanza muy rápido. Si a usted
le llega un mensaje para evacuar, no dude, queremos salvar vidas", expresó
Boric, enfatizando la necesidad de una evacuación ordenada y coordinada.
La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena
Ripamonti, describió la situación como "una catástrofe sin
precedentes" y señaló que más de cinco focos simultáneos afectan la
región, siendo Viña del Mar el sector más perjudicado. En medio de la
desesperación, se impuso un toque de queda parcial en Valparaíso y Viña del Mar
para facilitar la circulación de evacuados y equipos de emergencia.
Boric anunció la apertura de
investigaciones para determinar la posible intencionalidad detrás de estos
incendios devastadores. "Aunque cuesta imaginar quién podría estar
dispuesto a causar tanta tragedia y dolor, se va a investigar hasta las últimas
consecuencias", afirmó el presidente. En un llamado a la unidad, Boric
aseguró a la población que "Chilenos y chilenas, vamos a salir adelante
como siempre lo hemos hecho en estas situaciones difíciles. Estaremos en
terreno con las víctimas."
Viña del Mar y Valparaíso, conocidas por
ser destinos turísticos a orillas del Pacífico, se encuentran a 120 km al
noroeste de Santiago y enfrentan una tragedia sin precedentes. Las rutas hacia
estas playas fueron cerradas el viernes, colapsando las rutas alternativas
mientras miles de personas intentaban evacuar.
Según un informe de la Corporación
Nacional Forestal (CONAF), el incendio de mayor magnitud se registra en la
Reserva Lago Peñuelas, consumiendo más de 7.000 hectáreas. El segundo incendio
más importante en La Aguada, comuna de La Estrella, Región de O’Higgins, ha
destruido 4.084 hectáreas. Una ola de calor con máximos históricos agobia al
Cono Sur americano, exacerbada por el fenómeno climático natural de El Niño y
el calentamiento global.
Las alertas por calor sofocante
persistente se extienden por Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile,
agravando las condiciones para combatir los incendios. La comunidad
internacional observa con consternación mientras Chile enfrenta una emergencia
climática y humanitaria de proporciones inimaginables.
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En medio de la desolación, Chile llora
la pérdida de al menos 46 vidas en una noche marcada por el fuego y la
tragedia. Con Valparaíso y Viña del Mar sumidas en el caos, la respuesta del
gobierno ha sido declarar estado de excepción y establecer un toque de queda.
Mientras la nación enfrenta la peor catástrofe en su historia reciente, la
solidaridad y la unidad se convierten en la única esperanza para superar esta
tragedia. La investigación sobre la posible intencionalidad de los incendios
promete arrojar luz sobre las causas de esta calamidad, mientras el mundo
observa con consternación y apoyo hacia Chile, que lucha por salir adelante en
medio de la devastación.
(Con información de
agencias)
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