Una familia entregada a Dios, un pueblo sumido en lágrimas
Noticias Cristianas. El pasado domingo,
29 de diciembre, Aguachica, Cesar, vivió uno de los días más oscuros de su
historia reciente. La familia pastoral Lora Rincón, conocida por su servicio a
la comunidad cristiana, fue víctima de un acto de violencia devastador mientras
almorzaban en un restaurante del municipio. Los cuatro integrantes
perdieron la vida en el ataque, dejando a una comunidad sumida en el dolor y la
incertidumbre.
Un llamado al servicio eterno
Marlon Lora y Yorley Rincón, pastores de la iglesia cristiana Príncipe de Paz, dedicaron sus vidas a compartir el mensaje del Evangelio en Aguachica. Sus hijos, Ángela Natalia y Santiago, siguieron ese camino, colaborando activamente en la misión de la familia. Sin embargo, un sicario en motocicleta interrumpió brutalmente sus vidas.
“Si algo nos
enseñaron los pastores Lora Rincón fue a confiar en Dios incluso en los
momentos más oscuros. Hoy, como comunidad, enfrentamos una prueba de fe sin
precedentes”, expresó un miembro de la congregación en un emotivo mensaje.
Hipótesis y reacciones
Aunque las
investigaciones iniciales apuntan a que el ataque estaba dirigido a otra
persona, la familia pastoral fue atrapada en el fuego cruzado. Testigos
describieron momentos de terror, con personas corriendo por sus vidas mientras
el sicario huía en motocicleta.
La alcaldesa de
Aguachica, Greisy Roqueme, condenó el acto e implementó un toque de queda como
medida para garantizar la seguridad y avanzar en las investigaciones. “Exigimos
justicia. Este crimen no puede quedar impune”, afirmó.
Además, la
Gobernación del Cesar y la administración local ofrecieron una recompensa de 50
millones de pesos por información que conduzca a los responsables.
Un
legado que trasciende el dolor
La familia Lora Rincón dejó una huella imborrable en Aguachica. Ángela Natalia, comunicadora social y predicadora, inspiró a jóvenes a través de su testimonio de fe. Marlon y Yorley enseñaron con su ejemplo lo que significa vivir una vida dedicada a Dios.
Hoy, Aguachica clama por justicia, pero también por consuelo. Unámonos en oración:
"Padre Celestial, en este momento de profundo dolor, levantamos nuestras voces a Ti. Da paz a los corazones afligidos de su iglesia y su comunidad. Que la justicia prevalezca y este acto de violencia no apague la luz de Tu amor en Aguachica. En el nombre de Jesús, amén."
Esta tragedia nos
recuerda la fragilidad de la vida y la necesidad de aferrarnos a la fe incluso
en los momentos más oscuros. Que el legado de los pastores Lora Rincón siga
inspirando a otros a vivir para Dios con pasión y valentía.
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