Un mensaje de Dios para ti: 'Dios te está formando en el anonimato'

"El Dios que me ve..." —Génesis 16:13 (RVR60)

 




El Proceso Antes de la Promesa. Dios nunca actúa sin propósito. Antes de que permita que una persona sea vista, conocida o usada públicamente para Su gloria, Él trabaja en lo secreto. El anonimato no es un castigo, sino un regalo divino donde Dios te forma, te moldea y te prepara para lo que viene.

 

El anonimato es la antesala de la notoriedad. Durante este tiempo, Dios te quebranta en privado para que, cuando llegue el momento de la notoriedad, estés firme y preparado para glorificarlo sin que el enemigo pueda derribarte.


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¿Por qué el anonimato es necesario? La notoriedad puede ser peligrosa si no estamos listos. Es un terreno donde el orgullo, la comparación y el temor al hombre pueden tomar el control. Pero Dios, en Su infinita sabiduría, te protege permitiendo que pases tiempo en lo oculto, lejos de los reflectores.

 

  • En el anonimato, Dios trabaja en tu carácter.
  • En el anonimato, Dios te enseña dependencia total de Él.
  • En el anonimato, Dios te prepara para la batalla espiritual que viene con la notoriedad.

 

El Quebrantamiento es Amor. Dios te quebranta mientras nadie está mirando. Parece duro, pero es Su amor tierno en acción. Si Dios no trabajara en ti en secreto, la notoriedad podría destruirte. En lo oculto, Él fortalece tus raíces, para que cuando estés en lo alto, permanezcas firme.

 

“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5:6).

 

Confía en el Proceso de Dios. Si estás en un lugar donde parece que nadie te ve, recuerda: Dios te está preparando para algo mayor. No te apresures; su tiempo es perfecto. El anonimato no es olvido, es formación. Deja que Dios termine Su obra en ti. Agradece por este tiempo en el que, aunque nadie más lo note, Dios está haciendo algo profundo y eterno en tu vida.

 

Lectura Bíblica:

  • Salmos 139:15-16
  • Mateo 6:6
  • Isaías 45:3

 

Recuerda: La notoriedad no es el destino, glorificar a Dios en cada etapa de tu vida, sí lo es. Mantente fiel, porque el que empezó la buena obra en ti la perfeccionará.

 

 

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