La tragedia golpea a Myanmar: cristianos locales agradecen las oraciones de la iglesia global
Myanmar ha sido sacudido por una de las peores tragedias de su historia reciente. A la fecha hay más de 2.000 muertos, 3.900 heridos y 270 personas siguen desaparecidas. Un devastador terremoto ocurrido el pasado viernes 28 de marzo ha dejado un saldo de más de mil muertos y casi dos mil heridos. La junta militar que gobierna el país desde 2021 ha declarado el estado de emergencia y ha solicitado ayuda internacional para enfrentar la crisis humanitaria que azota a la región.
Un país en ruinas:
caos y desesperación tras el sismo
Las imágenes
provenientes de Myanmar muestran un panorama desolador. Carreteras destruidas,
aeropuertos inutilizados, edificios colapsados, templos, iglesias y hospitales
reducidos a escombros. Los hospitales, desbordados por la cantidad de heridos,
han tenido que improvisar salas de atención al borde de las carreteras,
mientras miles de personas buscan desesperadamente refugio.
En la ciudad de Sagaing, los equipos de rescate siguen buscando sobrevivientes bajo los escombros.
El personal de rescate trabaja en el lugar de un edificio
que se derrumbó tras un fuerte terremoto en Bangkok, Tailandia (29.03.2025).
Rescatistas trepan
por los escombros mientras intentan liberar a residentes atrapados bajo
escombros de un complejo de condominios destruido en Mandalay, Birmania
(30/03/2025).
Según el testimonio
de un sobreviviente, la situación es crítica: "No hay electricidad y el
suministro de agua no funciona. Es un desafío incluso ir al baño. No sabemos
cuándo se restablecerá la electricidad. Las conexiones de Wi-Fi son inestables
y los chips de celular se han vuelto 20 veces más caros".
El pánico se ha
apoderado de la población, especialmente en las zonas más afectadas como
Mandalay y Sagaing, donde muchas familias han quedado atrapadas. "Mi
esposa y yo nos hospedamos en un hotel cuando ocurrió el terremoto. Seguimos
sintiendo réplicas durante la noche y el hotel temblaba. No pudimos dormir
debido al trauma", relata una pareja que vivía en Myanmar cuando ocurrió
el desastre.
Cristianos
sobreviven y claman por ayuda: "Sentimos consuelo en sus oraciones"
En medio de la
devastación, las comunidades cristianas en Myanmar han encontrado fortaleza en
la fe. El pastor Caleb* administra un refugio para cristianos en el centro del
país, donde también ha construido una sala de oración para jóvenes. Sin
embargo, el impacto del terremoto fue tan fuerte que el techo colapsó, dejando
muebles destrozados y provocando heridas en varios refugiados. "Un joven
sufrió una grave lesión en la pierna mientras intentaba escapar", comparte
el pastor.
Sala de oración destruida
por el terremoto en Myanmar.
Daw Sun*, una viuda
que perdió a su esposo pastor hace algunos años, también narra la angustia
vivida: "Sentimos los temblores y corrimos afuera con mis hijos, llenos de
pánico. En cuestión de minutos, nuestra casa se derrumbó frente a nuestros
ojos. Nos quedamos sin palabras, sin hogar y sin saber qué hacer".
A medida que caía
la noche, miles de personas durmieron a la intemperie, sumidos en la oscuridad
y con el temor de nuevas réplicas. Sin embargo, la fe sigue firme en medio del
dolor. "Queremos agradecer a nuestros hermanos por sus oraciones y
preocupación. Sentimos consuelo y sabemos que no estamos solos",
expresaron cristianos que han logrado sobrevivir a la tragedia.
Un llamado a la
solidaridad: ayuda y oraciones por Myanmar
Mientras Myanmar
lucha por levantarse de esta devastación, la iglesia global se une en oración y
acción. Organizaciones cristianas ya trabajan para enviar ayuda humanitaria a
las zonas afectadas, proporcionando alimentos, refugio y asistencia médica a
los sobrevivientes.
Tú también puedes
ser parte de esta cadena de amor y esperanza. Ora por los afectados, comparte
esta noticia y apoya las iniciativas de ayuda para Myanmar. En tiempos de
crisis, la fe y la solidaridad pueden marcar la diferencia.
*Nombres cambiados.
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