El mundo cristiano ha perdido a una de sus voces más
firmes y fieles a la verdad bíblica. John MacArthur, pastor, teólogo, maestro y
autor de más de 150 libros, partió a la presencia del Señor a los 86 años. Pero,
aunque su cuerpo descansó, su legado sigue de pie como un gigante.
Su vida estuvo marcada por la predicación expositiva, la
defensa inquebrantable de las Escrituras y una profunda pasión por el evangelio
puro, sin adornos. A lo largo de décadas, dejó frases que han estremecido
corazones, confrontado errores y fortalecido a millones de creyentes en todo el
mundo.
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Hoy queremos rendir homenaje recogiendo 50 frases
impactantes que escribió o pronunció a lo largo de su ministerio. Cada una es
una invitación a volver a la Palabra con reverencia, valentía y humildad.
“Los cristianos son las últimas personas que deberían ofenderse, resentirse, envidiar o no perdonar.”
“Los incrédulos no pueden saber lo que es verdad porque están ciegos a la Palabra de Dios.”
“¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo que primero debemos buscar el reino de Dios?... nuestra principal prioridad debe ser lo eterno.”
“El Cristianismo auténtico sostiene que la Escritura es una verdad absoluta y objetiva.”
“Los creyentes confiesan sus pecados, los incrédulos niegan los suyos.”
“La salvación es para siempre. No la obtienes, la pierdes y la recuperas; es para siempre.”
“Ser lleno del Espíritu comienza con estar saturado de las Escrituras.”
“Las ovejas que pertenecen a Dios nunca seguirán a un extraño.”
“Para el cristiano fiel, cada lugar se convierte en un lugar de oración.”
“La Escritura hace lo que el psicoanálisis no puede hacer: traspasa el corazón
“El mundo tiene millones que creen que van al cielo, pero están mortalmente equivocados.” (Difícil de creer)
“El cristianismo… se ha convertido en un movimiento ‘logre lo que quiera’ en lugar de ‘abandónelo todo’.”
“Uno gana al perder; uno vive al morir. Ese es el mensaje central del evangelio.”
“El evangelio genuino… no es cuestión de opinión. Es verdad… por la voluntad soberana de Dios”.
“Cualquiera que quiera seguir a Jesús… tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirlo.”
“Seguir a Jesús no es cuestión de estima propia… lo horrible es que piensan que van al cielo con un evangelio acomodadizo.”
“El precio es estar dispuesto a aborrecer a tu padre, madre y hasta tu vida… tomar tu cruz.”
“Si vas a venir a Cristo, vas a tener que tomar en cuenta el costo… ¿lo ha tomado en cuenta?”
“No parta a Cristo por lo que piensa que necesita; Jesús no quiere satisfacer tus necesidades mundanas.”
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“Decir que hay que negar el yo y morir a uno mismo es demasiado para muchos. Eso es fe.”
“Es mucho mejor estar separado por la verdad que unido por el error.”
“La experiencia genuina siempre sucede por la verdad; la verdad no debe esclavizarse a la emoción.”
“La gracia no puede predicarse sin predicar la Ley y exponer la corrupción del hombre.”
“Para crecer, debemos estar absortos en el señorío de Cristo desde la salvación.”
“El mayor problema en la iglesia es la ausencia de discernimiento.”
“Usted y yo no somos voluntarios; somos esclavos comprados a alto precio.”
“Cuanto más cerca esté del Señor, más consciente será de su pecado y necesidad de él.”
“Tenemos que trazar líneas de santidad personal… No podemos vivir vidas cristianas a medias.”
“La música puede ayudar a un corazón adorador, pero no cambiará un corazón que no adora.”
“Muéstrame alguien obsesionado con Cristo y su Palabra, y mostraré a alguien lleno del Espíritu Santo.”
“La gracia no otorga permiso para vivir en la carne; suministra energía para vivir en el Espíritu.”
“El yugo de la Ley… conduce a la desesperación. Jesús ofrece un yugo llevadero.”
“La Biblia es la Palabra de Dios… debe ser tratada con tremendo compromiso.”
“La fe y el arrepentimiento son dos caras de la misma moneda.”
“Los que como niños son dependientes, humildes reconocen su indefensión… se vuelven a Cristo.”
“Nada de lo que un pecador pueda hacer contribuye a la salvación. Es obra del Espíritu.”
“Jesús sabía algo que los evangélicos olvidan: la verdad no vence al error con relaciones públicas.” (El Jesús que no puedes ignorar)
“Ser cristiano genuino es mostrar el carácter de Cristo y ser tratado como Él fue tratado.”
“La única prueba real para cualquier experiencia es: ¿cuadra con la Palabra de Dios?”
“La única aprobación que necesito es la de Dios… Para Él predico.”
“Pregúntese: ¿estoy enfatizando la Palabra o mis emociones?”
“Hasta que el hombre no entienda la santidad de Dios no entenderá lo profundo de su pecado.”
“Nunca apeles a las emociones al predicar; son fácilmente manipulables.”
“Ahora al pecado algunos lo llaman enfermedad o demonio… no arrepentimiento.”
“La experiencia puede ser un arma peligrosa… quitando énfasis de la Palabra.”
“Nuestras prioridades en la iglesia deben reflejar las del Señor, necesitamos valorar su pureza.”
“Tú eres la única Biblia que algunos incrédulos lleguen a leer.”
“Un pastor que no alimenta a su rebaño no tendrá rebaño por mucho tiempo.”
“La verdadera oración… se centra en la gloria de Dios, no en las necesidades del hombre.”
“La razón por la que permaneces salvo no es porque te aferras a Dios, sino porque Él te aferra a ti.”
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Estas 50 frases nos muestran la firmeza doctrinal de
MacArthur: una proclamación rígida de la soberanía de la Escritura, la
centralidad del evangelio auténtico, y una visión del cristianismo marcada por
el sacrificio personal, la vida sobrenatural y el discernimiento frente al
error. Su legado invita a una fe profunda, irreductible a experiencias
superficiales, y a vivir entregados completamente bajo el señorío de Cristo.
En su muerte, su voz no se apaga: sus escritos
permanecen, retadoras vigas que siguen sosteniendo una fe bíblica robusta. Si
algo nos deja John MacArthur, es el mandato a una vida cristiana consciente,
entregada y discernidora, centrada en la Palabra y la gloria de Dios.
John MacArthur vivió y murió como fiel exponente de una
prédica conectada con la verdad escrita. Sus palabras reflejan convicción,
sacrificio y fidelidad a la Escritura. Hoy, su ausencia física marca el fin de
una era, pero sus enseñanzas siguen resonando: para quienes buscan una
comprensión radical y sin compromisos del Evangelio, su legado es instructivo y
desafiante.
Que su vida nos impulse a profundizar en la Palabra,
reforzar nuestra integridad, y mantener una fe que no se vea afectada por
tendencias culturales. Que también nos recuerde que, si la muerte es el paso
final para los creyentes, la vida —como él la vivió— es un eterno testimonio de
gracia y verdad. Que descanse en paz, habiendo corrido bien su carrera y
guardado firmemente la fe.
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