"Él mismo
llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis
sanados." (1 Pedro 2:24 RVR60)
Jesús es
nuestro sanador. Su sacrificio en la cruz nos ha brindado la posibilidad de
recibir sanidad espiritual y física. Cuando enfrentamos enfermedades, dolencias
o aflicciones, podemos confiar en que Jesús tiene el poder de sanarnos. Su amor
y gracia nos rodean, trayendo consuelo y restauración a nuestras vidas.
Reconozcamos su autoridad y pongamos nuestra fe en Él como nuestro sanador.
🙏 Oración:
Señor Jesús, te
agradezco por ser mi sanador. Reconozco tu poder y autoridad sobre toda
enfermedad y aflicción. Te pido que me sanes tanto espiritual como físicamente,
conforme a tu perfecta voluntad. Renuevo mi fe en ti y me entrego a tu cuidado amoroso.
En ti encuentro sanidad y restauración. En tu nombre, amén.
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