En una tragedia desgarradora, el ciclón Daniel azotó el noreste de Libia, dejando a su paso más de 6,200 personas fallecidas y 9,100 desaparecidas. La ciudad de Derna, la más afectada por el desastre, quedó completamente inaccesible por vía terrestre desde el domingo, sumida en la oscuridad sin servicios de electricidad ni telecomunicaciones.
Los equipos de
rescate se enfrentan a enormes dificultades debido a la división de la ciudad
en dos partes, causada por el colapso de dos represas que liberaron más de 33
millones de litros de agua, arrastrando consigo zonas residenciales, puentes y
carreteras.
La falta de
recursos ha obligado a los rescatistas a emplear utensilios domésticos para
recuperar los cuerpos de las víctimas y enterrarlos en fosas comunes en el
cementerio de Martouba, a una veintena de kilómetros de distancia.
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El Gobierno de
Unidad Nacional ha anunciado la asignación de un presupuesto significativo para
la reconstrucción de las zonas afectadas, pero la magnitud de la tragedia y la
devastación causada por el ciclón Daniel resaltan la vulnerabilidad de una
nación dividida por gobiernos rivales y marcada por el caos durante más de una
década.
Los impactantes
videos compartidos por los residentes muestran la destrucción generalizada en
ambas orillas del río, con edificios de varios pisos arrasados y automóviles
amontonados. El ciclón Daniel, tras su paso por Grecia y Turquía, dejó una
huella de destrucción antes de debilitarse mientras se dirigía hacia Egipto.
Esta tragedia en
Libia pone de manifiesto la urgente necesidad de apoyo internacional y la
importancia de abordar las divisiones internas para ayudar a esta nación a
recuperarse de esta catástrofe sin precedentes.
(Con información de AP y EFE).
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