El comienzo de un
nuevo año trae consigo sueños, deseos y propósitos que anhelamos cumplir. Sin
embargo, ¿Qué pasaría si dejáramos de depender únicamente de nuestras fuerzas y
confiáramos en la guía divina? Este nuevo año, te invitamos a hacer algo diferente:
planificar tu año con Dios, invitarlo a la mesa y entregarle tus metas. Cuando
Dios dirige nuestros pasos, no solo alcanzamos nuestros sueños, sino que
también experimentamos su paz, propósito y bendición en cada logro.
1. Ora y Reflexiona
Sobre el Año Pasado
Antes de comenzar,
tómate un tiempo para agradecer a Dios por sus bendiciones el año pasado.
Reflexiona sobre los momentos difíciles y los aprendizajes que estos te
dejaron. Escribe en un diario lo que Dios te enseñó y cómo quieres aplicarlo
este año.
"Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" (Proverbios 3:6, RVR60).
2. Escribe tus Sueños
y Deseos en Oración
Dedica un momento a
escribir tus metas, deseos y sueños para el año. Pero hazlo como una oración.
Dile a Dios lo que anhelas y permite que él examine tu corazón.
Haz una lista separando metas personales, familiares, laborales y espirituales.
3. Entrega tus Planes
a Dios
Una vez que tengas tus metas claras, preséntaselas a Dios en oración y entrega el control de cada aspecto de tu vida. Reconoce que, aunque planeamos, solo Él tiene la última palabra.
"Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados" (Proverbios 16:3, RVR60).
4. Establece Metas
Realistas con Propósito Divino
Pregúntate cómo
cada meta puede honrar a Dios y bendecir a otros. Si es un sueño que glorifica
su nombre, confía en que Él abrirá puertas. Si no lo es, permite que Él ajuste
tus prioridades.
5. Busca Dirección a
Través de Su Palabra
Dedica tiempo
diario a la lectura bíblica para alinear tus decisiones con su voluntad. La
Palabra de Dios es lámpara y guía en cada paso que damos.
"Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino" (Salmos 119:105, RVR60).
6. Actúa con Fe y
Perseverancia
Planificar con Dios
no significa esperar pasivamente. Actúa con fe, sabiendo que Él camina contigo.
Persevera en los momentos difíciles, confiando en su tiempo perfecto.
7. Evalúa y Ajusta Tus
Planes Regularmente
A lo largo del año,
dedica tiempo para evaluar tus metas y ajustes necesarios. Pide a Dios
sabiduría para redirigir tus esfuerzos cuando sea necesario.
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Planificar el año con Dios no solo asegura un camino lleno de propósito, sino también una
vida en paz, alegría y guía divina. Haz de este año una oportunidad para
caminar más cerca de Él, confiando en que su voluntad es buena, agradable y
perfecta. ¡Invítalo a la mesa hoy y permite que transforme tu año!
¿Estás listo para
entregar tus sueños y metas a Dios este año? Comienza ahora mismo con una
oración sincera y comparte esta reflexión con tus amigos para que también
puedan experimentar un año lleno de bendiciones.
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