¿Cómo combatir la soledad y la depresión? Descubre cómo la Fe en Dios puede ayudarte


La soledad y la depresión en un cristiano. ¿Cómo podemos afrontarla? ¿Qué debo hacer si me siento así? Ten presente que Dios siempre está ahí para ti. 

 

Salmos 139: 7 -10

¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.

 

A veces en nuestro día a día, por problemas o situaciones que vienen y van, nos sentimos solos. Sentimos que nadie más está allí realmente para nosotros. Y aunque tengamos muchas personas a nuestro lado, seguimos sintiéndonos solos. Pero querido lector, eso es una mentira tan grande, que hoy vengo a debatirla. JAMAS ESTAMOS SOLOS. En la Biblia encontramos muchísimos ejemplos de ello.

Éxodo 3:11-12: Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?  Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

Nosotros sabemos y conocemos del poder de Dios, sabemos que él está con nosotros, que podemos hacer muchas cosas, pero entonces, ¿Qué nos sucede? Es muy simple, el enemigo nos pone cuanta traba encuentra para vernos derrotados, para hacernos creer que no tenemos un amigo, que no le importamos a nadie; pero hoy te digo TU NO ESTAS SOLO.

Josué 1:9 : Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Dios nos dice NO TEMAS, a pesar de las dificultades, del dolor y la pena, no temas, no desmayes, JEHOVÁ está contigo.

Hay que diferenciar entre estar a solas y sentirse solo. Porque yo puedo quedarme sola en casa todos los días, pero no me siento sola. Y a veces estamos rodeados de personas, amigos, familiares y aún así, nos sentimos solos.



La soledad se puede resumir, simplemente, como un estado de ánimo. También se refiere a una emoción provocada por sentimientos de separación de otros seres humanos. Y aquí es cuando el diablo ataca, nos ve débiles, y aprovecha para provocar en nosotros esos sentimientos de soledad y abandono en un grado mayor, lo que provoca que nuestro mundo de un vuelco total.  

Hace poco leí una historia sobre un hombre, que todos los días, iba a la iglesia y solamente entraba y le decía al Señor en oración: “Hola, soy Jaime”. Nada más. Y así lo hacia todas las veces que había servicio en la iglesia al medio día. Un día, Jaime no paso; y al pastor de la iglesia se le hizo raro que Jaime hubiese faltado, cuando nunca había fallado. Jaime había sufrido un accidente y se encontraba en el hospital, sin familia o amigos, Jaime estaba completamente solo. Aunque él, no lo estaba. En el hospital las enfermeras lo escuchaban hablando solo al medio día, era como si alguien lo visitara, todos los días a la misma hora. Y así era, Jaime les contaba que alguien, todos los días pasaba y le decía “Hola, soy Jesús”.

 

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El señor no se olvida de nosotros. Él está ahí para nosotros a pesar de todo. Tal vez, tú no te sientas solo, pero como el pastor de la historia anterior, conoces a alguien que, si lo está, personitas que no tienen a Dios en su corazón, o están pasando por momentos difíciles, y puedes ayudarlos, hablándoles de Dios, sacando esos pensamientos negativos y ayudándoles a seguir adelante. A veces una palabra basta, o un abrazo, que ellos sientan que tú también estas ahí. Y si tú eres el que se siente así, ¡HABLALO!, y lo más importante cuéntaselo a Dios. Él puede cambiar todas esas emociones y sentimientos que hay dentro de nuestro corazón, y ten por seguro que te ayudará a sentirte mejor.

Y cualquiera que sea la causa de la soledad, nosotros, podemos experimentar sanidad completa mediante la comunión y el consuelo que solo se encuentra en Jesucristo. Ese, querido lector, es el secreto.

Esa relación de amor con nuestro maestro ha afirmado y alentado a miles y miles que sufrieron en prisiones e incluso llegaron a la muerte por amor a Él. Él es el amigo “más unido que un hermano”. Él siempre está ahí para ti. Es decisión tuya si lo ignoras o lo buscas, Él está ahí para ti, para ayudarte, consolarte y darte ánimo. Cuando el Señor Jesús se sintió solo, lo primero que hizo fue buscar a Dios, y empezó a orar. Cuando creas que estás hundido en la tormenta, ahí está el Señor, tendiendo su mano como a Pedro.

Si te sientes solo, búscale, a veces nos sentimos así, es porque también nuestra comunión con él está deteriorada, refuérzala y no le des lugar al enemigo para que se aproveche de tu dolor y de tus emociones.

 

“Si te preocupas, no cambias nada, si oras Dios puede cambiarlo todo.”

 


Recuerda que él nos dejó su palabra para acudir a ella. Hay diferentes versículos en la Biblia que hablan sobre su apoyo, y que nos recuerdan que SIEMPRE está con nosotros. Te los dejo a continuación para que los tengas en cuenta y los atesores en tu corazón:

  • Isaías 41:10: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
  • Deuteronomio 31: Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
  • Mateo 28:20: Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
  • Hebreos 13:5b: Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
  • Salmos 27:10: Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.

Espero que sea de bendición para ti, y siempre que vengan esos pensamientos de soledad puedes escoger alguno de los anteriores versículos y memorizarlo, y decirlo, para recordarte que Dios siempre estará contigo.

 

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