Golpe de Estado en Sudán: Ejército detiene al primer ministro y aumenta la violencia en el país

 


El país de Sudán se encuentra en una situación de crisis política y social después de que el Ejército llevara a cabo un golpe de Estado y detuviera al primer ministro, Abdallah Hamdok. Miles de personas se han movilizado en todo el país para defender una transición democrática, mientras que las protestas han dejado al menos tres manifestantes muertos. Golpe de Estado en Sudán, el ejército detiene al primer ministro y aumenta la violencia en el país. 


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En medio de la escalada de violencia, el Ejército sudanés ha instado a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) a que deserten de sus filas después de que ambas partes iniciaran choques armados. En respuesta, las unidades castrenses dijeron que el comandante de las FAR en el estado del Nilo Blanco se ha unido a la lucha junto al Ejército, lo que sería oficialmente la primera unidad paramilitar que deserta de las filas de estas unidades.

 

Las FAR acusaron al Ejército sudanés de lanzar un "brutal ataque" contra la base de Soba, en el sur de Jartum, mientras que las Fuerzas Armadas aseguraron que lo realizaron en respuesta a una acción previa de las FAR en Jartum.

 

La situación en Sudán sigue siendo tensa y hay preocupación por la escalada de violencia y la falta de una solución pacífica a la crisis política. La comunidad internacional ha condenado el golpe de Estado y ha pedido la liberación inmediata del primer ministro Hamdok y la restauración del gobierno civil.



Persecución Cristiana en Sudán


La persecución de los cristianos sigue siendo elevada en Sudán, y se teme que empeore ante los continuos disturbios. Tras el derrocamiento de Omar al-Bashir en abril de 2019, el gobierno de transición de Sudán introdujo cambios interesantes para garantizar que el marco jurídico respete los derechos humanos básicos a todos los sudaneses, independientemente de su etnia, sexo o religión. 

Sin embargo, las protestas masivas provocaron la renuncia del primer ministro Abdallah Hamdok en enero de 2022, y se teme que Sudán vuelva a los años autoritarios del anterior presidente. Esto podría deshacer los pasos positivos dados en materia de libertad religiosa bajo el gobierno de transición. Aunque ya se abolió la pena de muerte por abandonar el islam, se teme que pueda reinstaurarse este castigo. Con este nuevo golpe de estado no sabemos que vaya a pasar con los cristianos en Sudán. 

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