Un llamado urgente a la oración y solidaridad cristiana. Haití, en medio de la desesperación y la violencia, ha perdido a tres almas dedicadas al servicio de Dios y la humanidad.
En un acto desgarrador que ha sacudido a la comunidad cristiana mundial, Natalie Lloyd, de 21 años, su esposo David, de 23, y Jude Montis, un joven haitiano de 20 años, fueron brutalmente asesinados en Haití. Los tres jóvenes misioneros fueron emboscados el jueves por la tarde mientras salían de una iglesia, víctimas de la creciente ola de violencia pandillera que azota el país.
La trágica noticia
fue confirmada en Facebook por el padre de Natalie, el senador del estado de
Misuri, Ben Baker. Con un corazón desgarrado, escribió: "Esta tarde fueron
atacados por bandas y ambos fueron asesinados. Fueron juntos al cielo".
Natalie y David se
habían casado en 2022, y su amor y compromiso los habían llevado a Haití para
servir a los más necesitados a través de la organización Missions in Hope.
Una Misión Bajo
Ataque
Missions in Hope,
la organización para la que trabajaban, confirmó que Montis también había sido
asesinado en el ataque. En una publicación anterior en Facebook, detallaron que
los tres misioneros fueron atacados inicialmente por hombres armados que
viajaban en tres vehículos. La situación se agravó cuando otro grupo armado
llegó al lugar, desencadenando un enfrentamiento mortal. Los misioneros
quedaron atrapados en una casa mientras las balas volaban a su alrededor.
Durante tres horas
de terror, los pandilleros dispararon indiscriminadamente contra la casa donde
se refugiaban Natalie, David y Jude. Finalmente, la terrible noticia de sus
muertes fue confirmada, sumiendo en dolor y tristeza a todos aquellos que los
conocían y amaban.
Reacciones y Apoyo
Internacional
Según la BBC, El Departamento de
Estado de EE.UU. ha ofrecido sus condolencias a las familias, y el gobernador
de Misuri, Mike Parson, describió la noticia como "absolutamente
desgarradora". La Casa Blanca ha pedido el despliegue rápido de una fuerza
multinacional liderada por Kenia para estabilizar Haití, resaltando la urgencia
de la situación de seguridad en la nación caribeña.
Desde principios de
año, Haití ha sido escenario de ataques coordinados por bandas criminales, que
han sumido al país en el caos y la violencia. La dimisión del primer ministro
Ariel Henry en marzo dejó un vacío de poder que las pandillas han aprovechado
para expandir su control.
Un Llamado a la
Oración
En este momento de
dolor y pérdida, pedimos a nuestra comunidad cristiana que se una en oración por consuelo y fortaleza para
sus familias, y por todos los misioneros que arriesgan sus vidas para llevar
esperanza y ayuda a los lugares más peligrosos del mundo. Que el Señor los
tenga en Su gloria y brinde paz a los corazones afligidos.
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Que su sacrificio
no sea en vano, y que nuestras oraciones fortalezcan a quienes siguen
trabajando en nombre de Cristo en medio de la adversidad. Que la luz de Dios
ilumine Haití y lleve paz a su gente.
Comparte esta
noticia y únete en oración por nuestros hermanos en la fe.
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