"Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con ese pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar." - Deuteronomio 31:7
Reflexiones. Una de las características esenciales para lograr el éxito en la vida es mantener siempre un buen estado de ánimo. Esta cualidad nos permite ver el futuro con optimismo, lidiar con los reveses y perseverar en la consecución de nuestros objetivos. Sin embargo, no todos poseen esta cualidad de manera innata.
Recuerdo un viaje que realicé "a dedo" desde mi ciudad natal hasta una ciudad turística, acompañado de una amiga. Debíamos recorrer más de quinientos kilómetros, y comenzamos nuestra aventura con un sol radiante. Pero lo que nunca imaginé fue que mi compañera de viaje tendría un ánimo tan negativo. Para que el viaje "a dedo" sea placentero, es necesario armarse de constancia y paciencia, siempre pensando en positivo. Sin embargo, mi colega no tenía claros estos conceptos, y estar a su lado fue una verdadera tortura.
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A pesar de sus pronósticos lúgubres, llegamos a nuestro destino de noche. Al día siguiente, ya más fresca y calmada, se disculpó reiteradamente por sus comentarios pesimistas. Este viaje me enseñó una valiosa lección: la actitud lo es todo. No solo en los viajes, sino en cada aspecto de la vida.
Personas desanimadas no solo se encuentran entre los viajeros, sino también en la escuela, en la universidad, en la calle, en el trabajo y en la iglesia. Estas personas tienden a ver solo los obstáculos y las penurias de la vida, con rostros que reflejan una constante expresión depresiva.
Las palabras optimistas de Moisés hacia Josué revelan la clase de ánimo que debe caracterizar a una persona. Con cariño lo exhortó: "Esfuérzate y anímate", para que enfrentara a las naciones cananeas con la mejor actitud, seguro de que la mano poderosa de Jehová estaba con él.
Querido amigo, el mismo Dios que animó a Josué también te dice a ti: "Esfuérzate y anímate". No te dejes abatir por los exámenes fallidos, por las distancias que debas recorrer para estudiar o por los problemas económicos. Recuerda que Dios te ordena que te esfuerces, y que la actitud animosa depende de ti, no de Dios. Por eso, a pesar de tus luchas, levanta la mirada y avanza con ánimo resuelto, que el Señor hará la parte que le corresponde.
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😉 Reflexiona:
¿Cómo está tu ánimo hoy? Piensa en cómo puedes cultivar una actitud más positiva en tu vida diaria.
🙏 Ora:
Pide a Dios que te dé fuerza y optimismo para enfrentar los desafíos que encuentres.
😉 Actúa:
Encuentra maneras de animar a quienes te rodean. A veces, una palabra amable puede cambiar el día de alguien.
✝️ Comparte:
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Recuerda, un espíritu optimista y animoso puede hacer la diferencia en cualquier situación. ¡Levanta el ánimo y sigue adelante, porque con Dios a tu lado, no hay obstáculo que no puedas superar!
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