Los Fulani han perpetrado una de las mayores masacres recientes en Nigeria, dejando un saldo de 94 cristianos asesinados en los estados de Benue y Taraba entre el 24 de noviembre y el 6 de diciembre. Esta ola de violencia subraya la persecución religiosa y la inseguridad persistente en la región.
Atentados en el estado de Benue
En Benue, se reportaron 48 asesinatos en una serie de ataques. El 1 de diciembre, 18 cristianos, incluyendo mujeres y niños, fueron atacados mientras se dirigían a un servicio religioso en Azege, condado de Logo. Apenas una semana antes, el 24 de noviembre, más de 300 hombres armados fulani atacaron comunidades predominantemente cristianas en los condados de Logo y Katsina-Ala, asesinando a 30 personas y dejando 37 heridos.
Según Benjamin Uzenda, exmiembro del Consejo de Gobierno Local de Logo, los atacantes utilizaron armas de fuego y machetes, destruyendo también cultivos en tierras agrícolas. Los líderes comunitarios han denunciado la falta de acción gubernamental efectiva para detener estas masacres.
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El senador Emmanuel Udende, del estado de Benue, condenó los asesinatos y señaló que estos ataques violan los derechos constitucionales de los ciudadanos. “La seguridad y el bienestar del pueblo deben ser prioridad del gobierno, pero esta tragedia demuestra lo contrario”, dijo Udende.
Violencia en Taraba
En el estado vecino de Taraba, la situación también es alarmante. El 6 de diciembre, hombres armados irrumpieron en la residencia del pastor Clement Anthony en Jalingo, capital del estado, y lo asesinaron. En el mismo ataque, Titi Edward, una joven estudiante, fue baleada mientras estudiaba en su habitación y posteriormente falleció.
Además, dos familiares del gobernador cristiano del estado, Kefas Agbu, fueron atacados el 5 de diciembre. Tanto su madre como su hermana resultaron heridas de bala en el condado de Wukari.
Crisis de fe y tierras
La desertificación y las tensiones territoriales han intensificado los ataques en el Cinturón Medio de Nigeria, donde los fulani buscan apoderarse de tierras cristianas. Según el APPG del Reino Unido, algunos fulani han adoptado ideologías extremistas comparables a grupos como Boko Haram, atacando comunidades cristianas para imponer el Islam y desplazar a los habitantes originales.
Nigeria sigue siendo el país más letal para los cristianos, con 4,118 asesinatos por motivos religiosos entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, según Open Doors. La falta de intervención efectiva por parte de las autoridades nigerianas deja a millones de cristianos vulnerables, mientras el mundo observa una crisis humanitaria que no puede ser ignorada.
Este llamado urgente a la acción busca recordarnos la valentía de aquellos que enfrentan persecución por su fe y la necesidad de apoyo internacional para frenar esta ola de violencia.
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