Misioneros desafían la selva y la desesperanza para llevar la luz del Evangelio en Colombia.
Por años, esta tribu vivió en el olvido. Forzados a huir
de su hogar en el Amazonas colombiano por la violencia y el terror,
sobrevivieron en la indigencia, sin refugio, sin alimento y sin esperanza. Pero
lo que el mundo olvidó, Dios jamás lo hizo.
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Hace apenas unos meses, tres misioneros brasileños se
adentraron en la selva con un propósito divino: encontrar a esta comunidad y
llevarles el mensaje de salvación. Lo que encontraron fue desgarrador.
Del abandono a la redención
Los rostros marcados por el hambre y la desesperanza
contaban una historia de sufrimiento. Familias viviendo bajo lonas, niños
atrapados en las drogas, jóvenes en la prostitución, un pueblo sin futuro. Pero
Dios tenía un plan.
"Fuimos utilizados como instrumentos
de Dios para hablarles de Jesucristo, que puede cambiar la historia de un
pueblo", compartió el líder de los misioneros. Y así fue.
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Ese día, Según Christian Aid Mission, el Evangelio irrumpió como un río de vida en
medio del desierto. Hombres, mujeres y niños se rindieron a los pies de Jesús.
Las lágrimas corrieron, los corazones se abrieron y una nueva esperanza nació
en la selva colombiana.
El comienzo de una nueva historia
Los misioneros partieron con una misión aún mayor: regresar
y discipular a esta comunidad. No los dejarán solos. Dios ha iniciado una obra
y la llevará a término.
Hoy, esta tribu necesita nuestras oraciones. Necesita
discípulos que caminen con ellos, líderes que surjan de entre ellos, manos que
los sostengan en este nuevo camino. Dios ha comenzado un avivamiento, y
nosotros podemos ser parte de él.
¡Seamos luz en la selva!
Oremos para que esta comunidad crezca en la fe y se
levanten nuevos líderes en medio de ellos. Y si Dios toca tu corazón, considera
apoyar la obra misionera. El Evangelio sigue transformando vidas, y cada
semilla sembrada es un alma rescatada para Cristo.
¿Te unes a esta misión? ¡Juntos, llevemos la luz donde
aún hay oscuridad!
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