Cuando el cielo se convierte en campo de guerra: la cuarta noche de fuego cruzado redefine el conflicto.
Israel. La madrugada del
lunes 16 de junio transformó el cielo israelí en una sinfonía letal. Sirenas desgarraron el silencio mientras Irán lanzaba una nueva andanada de misiles
—alrededor de 100 en cuestión de horas— que impactaron en Tel Aviv, Haifa, Bnei
Brak, Petah Tikva y Bat Yam. Las explosiones retumbaban en los edificios,
despertando a familias enteras de su sueño.
En Petah Tikva, un
misil golpeó directamente un bloque residencial: dos mujeres y dos hombres
septuagenarios perdieron la vida entre los escombros, y más de 90 resultaron
heridos —incluyendo un niño de 10 años. En Haifa, se reportaron docenas de
heridos más.
La resistencia se eleva
Las defensas
antimisiles israelíes interceptaron gran parte de la ofensiva, pero no lo
suficiente. El aeropuerto Ben Gurion cerró temporalmente, y centros educativos
y de reunión fueron evacuados en medio del caos. Cientos pasaron la noche en
refugios improvisados, bajo la sombra del pánico.
El contraataque:
Operación “Dominio Aéreo”
Mientras tanto,
Israel devolvió el golpe. Sus cazas bombardearon bases militares iraníes y
centros clave de lanzamiento de misiles en las inmediaciones de Teherán. En
cuestión de horas, destruyeron más de 120 plataformas de misiles —alrededor de
un tercio del arsenal iraní— y afirmaron haber logrado supremacía aérea sobre
la capital iraní.
Paralelamente, las
fuerzas israelíes afirmaron haber eliminado centros de comando del IRGC y la
Fuerza Quds: cuatro oficiales de alto rango murieron en los ataques nocturnos.
El saldo humano
Israel: al menos
5 muertos el 16 de junio y más de 90 heridos, sumando un total de 24 fallecidos
y unos 500 heridos desde el inicio del conflicto —según fuentes oficiales
israelíes y AP.
Irán: su Ministerio
de Salud reporta 224 muertos, entre ellos civiles, en represalia por los
bombardeos israelíes; organizaciones independientes elevan la cifra a más de
400 víctimas.
Un mundo en alerta
El lanzamiento de
misiles cerca del consulado estadounidense en Tel Aviv —que causó daños menores
sin víctimas— llevó a EE.UU. a desplegar la flota en el Golfo y advertir contra
cualquier agresión a sus efectivos. Washington, aunque sin involucrarse
directamente, reforzó las defensas israelíes.
Entretanto, las potencias globales —G7, Rusia, Turquía y la ONU— lanzaron urgentes llamados al cese de la escalada, conscientes del riesgo a una guerra regional más amplia.
Tensión al límite
Cuatro días de
fuego ininterrumpido han convertido al conflicto entre Israel e Irán en un
enfrentamiento abierto y directo. Con cientos de misiles disparados, decenas de
muertos y más de mil heridos, la comunidad internacional observa con creciente
alarma. Israel presume dominio aéreo, Irán promete “represalias más duras”.
Entre el humo de bombardeos y refugios subterráneos, la región enfrenta su
momento más crítico en décadas. ¿Habrá una salida diplomática o iremos a guerra
total?
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