El horror no se detuvo con la sangre derramada. Mientras despedían a los mártires de la fe, las balas volvieron a sonar. Nigeria clama por nuestra oración y acción urgente.
Noticias Cristianas. Mientras llevaban esperanza, encontraron la muerte. Dos
evangelistas fueron asesinados brutalmente mientras predicaban el Evangelio en
Nigeria. La tragedia no terminó ahí: durante el entierro, un nuevo ataque dejó
a toda una comunidad cristiana temblando de miedo y dolor.
El lunes 14 de julio, en la comunidad de Gwon, en el
estado de Plateau (Nigeria), un grupo de evangelistas recorría humildemente la
región, compartiendo las Buenas Nuevas de Jesús. Lo que debía ser un tiempo de
salvación y luz se tornó en una escena de terror: militantes de la etnia fulani
abrieron fuego, cobrando la vida de dos siervos de Dios que habían llegado con
un solo objetivo: anunciar esperanza.
📌 NOTICIAS CRISTIANAS:
Solomon Daylop, testigo del ataque y líder juvenil
cristiano, narró entre lágrimas:
“Abrieron fuego y mataron a dos personas. A partir de ahí, hubo muchos disparos hasta que la fuerza militar llegó y logró hacerlos retroceder”.
Sin tiempo para llorar, la tragedia se extendió. Durante
el entierro de los dos evangelistas asesinados, otro grupo armado atacó la
comunidad vecina de Jol, en la zona de Rim. Disparos, destrucción de cultivos,
amenazas de volver por la noche. El mensaje era claro: sembrar terror y hacer
huir a los cristianos.
Las comunidades afectadas viven con temor constante, con
la incertidumbre en el pecho. “Estamos de luto, pero también vivimos con miedo.
Los atacantes son más de cien y están bien armados”, expresó Solomon con voz
quebrada.
Esta oleada de violencia en el Cinturón Medio, el Centro
y el Noreste de Nigeria no es nueva. Son zonas estratégicas para el sustento de
miles de familias cristianas, muchas de ellas agricultoras. Los ataques no solo
matan cuerpos; buscan exterminar sueños, raíces, esperanza.
📌 NOTICIAS CRISTIANAS:
Hoy la iglesia sufre. Hoy el cuerpo de Cristo sangra en
Nigeria.
Pero no están solos. Ellos necesitan algo más que nuestras lágrimas… necesitan nuestras oraciones y
nuestras manos extendidas. Oremos por consuelo para las familias de los evangelistas
asesinados.
Intercedamos por paz, protección y justicia en las aldeas perseguidas. Y si está en tus manos ayudar, tu donación puede llevar alimento, refugio y
consuelo a quienes han perdido todo menos su fe.
Porque cuando una parte del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre con ella (1 Corintios 12:26). Comparte esta noticia. No permitas que el silencio cubra el clamor de nuestros hermanos.
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