Tras una visión de Jesús, fue golpeado, demolieron su casa y secuestraron a su esposa e hijos.
Reuters/Joe
Penney
NAIROBI, Kenia. — Lo que comenzó como un encuentro celestial en una mezquita terminó en violencia y persecución. Wambuzi Maka Uthman, un respetado maestro islámico de 39 años en el distrito de Mayuge, Uganda, fue golpeado brutalmente y vio cómo su esposa y sus seis hijos eran secuestrados, después de confesar su fe en Jesucristo.
📌 Noticias Cristianas: Honduras se levanta en fe: Miles de cristianos marchan por justicia, paz y democracia portando carteles con mensajes bíblicos
Todo comenzó el 1 de
agosto, cuando Uthman asistió a las oraciones del viernes como
cada semana. Cansado, decidió dormir en un rincón de la mezquita sin imaginar
que su vida cambiaría para siempre.
“Allí vi a un hombre vestido con ropas largas y blancas, rodeado de cuatro ángeles”, relató Uthman a Morning Star News. “El hombre me llamó tres veces por mi nombre: ‘Uthman, Uthman, Uthman’. Sentí miedo, pero me arrodillé. Entonces me dijo que regresara a mi pueblo y les anunciara que se arrepintieran y volvieran al Dios vivo”.
Al volver a casa, un
pastor local lo ayudó a entender el mensaje. “Comprendí que fue Issa
—Jesús— quien me envió”, dijo emocionado.
Del amor por Cristo al odio de su familia
El 4 de agosto, lleno de gozo, Uthman compartió su experiencia con su esposa, sus hijos y algunos vecinos. Pero la reacción fue opuesta a lo que esperaba.
Su esposa, confundida, avisó a sus hermanos para que intervinieran. Temiendo
que hubiera perdido la razón, planearon llevarlo a un centro psiquiátrico.
“Les dije que no estaba loco, que Jesús me había hablado. Pero al escucharme, mi hermano mayor me golpeó en la cara y otros comenzaron a atacarme con palos”, recordó con voz entrecortada.
Gravemente herido, logró
escapar milagrosamente por un bosque cercano y encontró refugio en la casa de
un vecino cristiano, quien lo llevó de urgencia al hospital. Pasó una
semana internado, recuperándose de los golpes.
📌 Noticias Cristianas: Mozambique bajo ataque: Ola de decapitaciones y quema de Iglesias golpea a los cristianos
Mientras tanto, su familia
demolió
su casa y trasladó por la fuerza a su esposa y sus seis hijos.
“No podemos vivir con un infiel que habla de Jesús como el Hijo de Dios”, dijo
su hermano mayor, justificando el ataque.
Fe en medio del dolor y la persecución
Hoy, Uthman vive en un
lugar no revelado por seguridad. Aunque perdió su hogar y su familia, su fe se
ha fortalecido. “No tengo miedo. Sé que Jesús me llamó y que Él cuidará de mí”,
afirmó con lágrimas en los ojos.
Este ataque es solo uno de
los muchos casos de persecución contra cristianos en Uganda,
especialmente en zonas orientales donde el islam tiene mayor presencia. Aunque
la Constitución
de Uganda garantiza libertad religiosa, las conversiones al
cristianismo suelen provocar reacciones violentas en comunidades musulmanas
conservadoras.
La oración como refugio
La historia de Uthman es
un recordatorio de que seguir a Cristo implica valentía y fe
inquebrantable. Hoy, su clamor es por la protección de su
esposa e hijos y por fortaleza para seguir anunciando el Evangelio, aun en
medio de la persecución.
“Si mi pueblo se humilla, ora y busca mi rostro… sanaré su tierra.” — 2 Crónicas 7:14
Oremos por él y por todos
los cristianos perseguidos en Uganda, confiando en que la luz de Cristo seguirá
brillando, incluso en los lugares más oscuros.
¡SÍGUENOS EN LAS REDES SOCIALES!
FACEBOOK | INSTAGRAM | X | PINTEREST | YOUTUBE | TIKTOK